EDUCACIÓN EN VALORES

Los valores son parte del ser humano, forman parte de su interior y son esenciales para el desarrollo como personas. Los valores pueden entenderse como aquellos principios únicos y específicos de cada persona que guían el comportamiento.

La necesidad de la educación en valores.
En la sociedad actual se hace imprescindible una educación en valores. Los niños y niñas tienen muchas influencias, información y ejemplos sin tener en la mayoría de los casos una capacidad de reflexión crítica que les permita interpretar adecuadamente dichos mensajes.

Los valores van a ser la guía de su conducta, es por ello fundamental prestar atención a una educación en valores, que les permita desarrollarse como personas, que les posibilite una educación más humana y que les convierta en personas con fuertes principios que guíen su comportamiento.

En múltiples ocasiones, la educación olvida temas imprescindibles que han de ser inherentes al propio proceso educativo como son: educar para la paz, comunicación, convivencia, derechos humanos, inclusión, medio ambiente, salud, prevención de violencia, sexualidad, igualdad, moral, honestidad, creatividad, sinceridad, esfuerzo, etc.

La educación en valores
La educación en valores, queda en muchas ocasiones relegada a un segundo plano, prestándose más intereses a otros aspectos de la formación de los niños y niñas. Para educar en valores es necesario que se produzca una vivencia afectiva de los mismos, no es suficiente con decirles cuales son los valores humanos, debemos implicarles en ellos y hacer que vivan, que experimenten los mismos. En este sentido la labor de las familias o aquellas figuras más cercanas resulta imprescindible.

Unos valores firmes y humanos guiaran sus actos y les harán personas críticas, independientes y con fuerza de voluntad, porque los principios que guíen su conducta serán principios humanos que completen su desarrollo y les conduzcan al bienestar.

Pautas para una educación en valores

1. Educa en valores, no adoctrines: Ayúdales a construir su propia escala de valores de forma autónoma y racional. Que sean ellos mismos los que acepten los valores por propia iniciativa y entiendan los mismos.

2. Favorece un enfoque vivencial, los valores no se aprenden como los conceptos, se adquieren mediante la vivencia afectiva de los mismos. Es fundamental incluir los valores en sus experiencias y vivencias.

3. Utiliza una perspectiva transversal, trata de hacer que la educación en valores esté presente en todo momento educacional, independientemente del tema, edad, disciplina, educación familiar o escolar. Un valor tendrá el mismo valor siempre, independientemente del tema que se esté tratando.

4. Enséñales a ser críticos con la información que les llega desde distintos medios en especial los medios de comunicación. Haz que reflexionen mediante preguntas.

5. Utiliza un ambiente de dialogo como base del respeto y la igualdad.

6. Propicia la ayuda mutua para fomentar la colaboración y el respeto.

7. Facilita la participación de todos como medio para lograr la conciencia de igualdad.

8. Emplea Normas transparentes y compartidas. Haz de ejemplo para ellos, es más fácil ejemplificar una buena conducta que enseñarla.

9. Educa con tu ejemplo. Si tú tienes unos valores y dejas que tus actos se guíen por los mismos, harás que ellos los interioricen.

Los valores pues, desarrollan la dimensión cognitiva, afectiva, social y trascendente de la persona.

Por ello, cada curso, se trabaja específicamente un valor y las actitudes interrelacionadas: Ecología y vida, sensibilidad, sentido crítico, creatividad, autoestima, libertad, verdad, sencillez, amor, esperanza, responsabilidad, paz, justicia, servicio, respeto e interioridad.

1.- Ecología y Vida

Cuidado de la salud del cuerpo.
­ Equilibrio de vida.
­ Prevención.
­ Respeto y cuidado del entorno.
­ Actitudes ecológicas y desarrollo sostenible.

2. Sensibilidad

 Atención a lo que nos rodea y aprender a valorarlo.
­ Empatía con el otro en diferentes situaciones.
­ Alegría y gozo en lo cotidiano.
­ Belleza y gusto artístico.
Compasión, ternura y humanidad.

3. Sentido crítico

­ Apertura.
­ Búsqueda de la verdad.
­ Análisis reflexivo de la realidad.
­ Discernimiento y lucha por la justicia.

4. Creatividad

­ Innovación.
­ Búsqueda de caminos nuevos.
­ Flexibilidad de pensamiento.
­ Pensamiento divergente.

5. Autoestima

­ Comprensión, aceptación
y valoración de uno mismo.
­ Reflexión sobre las propias posibilidades.
­ Aceptación de las limitaciones y fracasos.

6. Libertad

­ Autonomía personal.
­ Asertividad.
­ Valentía para elegir el bien.
­ Sentido democrático.

7. Verdad

­ Transparencia.
­ Honradez y franqueza.
­ Coherencia en el pensar, en el hablar, en el actuar.
­ Autenticidad y­ sinceridad.

8. Sencillez

­ Naturalidad.
Espontaneidad.
­ Apertura, acogida y cercanía en las relaciones.
­ Humildad.

9. Amor

­ Amistad.
­ Entrega y compromiso.
­ Amabilidad y cordialidad.
­ Ternura y­ fidelidad.
­ Solidaridad, resiliencia y lealtad.

10. Esperanza

­ Alegría.
­ Visión positiva de la realidad.
­ Optimismo.
­ Gozo.
Fe.

11. Responsabilidad

­ Cumplimiento del deber.
­ Coherencia con las decisiones.
­ Asumiendo las consecuencias de los propios actos.
­ Fidelidad ante los compromisos adquiridos.
­ Participación y colaboración responsable.
­ Superación, trabajo, esfuerzo y constante.

12. Paz

­ Apertura al diálogo.
­ Mediación en la resolución de conflictos.
­ No violencia.
Respeto y tolerancia.
Empatía.
­ Perdón.

13. Justicia

­ Sensibilidad ante situaciones de injusticia.
­ Toma de conciencia de los derechos y de los
­ deberes de cada uno.
­ Defensa de la dignidad y de los Derechos Humanos.

14. Atención a las necesidades de los demás

­ Dedicación del propio tiempo a favor de los demás.
­ Generosidad.
­ Gratuidad.
­ Cooperación.
­ Habilidades prosociales.
­ Disponibilidad.

15. Respeto

­ Cuidado con los gestos evitando actitudes agresivas.
Conocer al otro y sus valores.
­ Aceptación de los demás como son.
­ Cuidado del entorno y de los bienes ajenos.
­ Valoración y cuidado de la vida

16. Interioridad

­ Trascendencia.
­ Silencio, reflexión y profundidad.
­ Búsqueda de sentido.
­ Vivencia profunda de la fe en la vida cotidiana.
­ Comunicación con Dios de modo natural y sencillo.